sábado, 10 de agosto de 2019


La noche cerrada ocultaba bien la llegada de la lancha narco al lugar señalado, enseguida distinguieron los hombres corriendo hacia la lancha la proa estaba casi en la arena de la playa.
Un hombre se acercó rápido al piloto —¡Coño sombra! no hay quien te vea por aquí.
—¡Joder Esteban! que de tiempo ¿es tu cuadrilla?
—Si claro la de siempre, tu sabes mi hermano juan, mi cuñado y otros colegas. en nada estamos listos y te puedes jopear.
—Venga tío ya mismo estoy dando marcha atrás al cacharrito no valla que despierten los guardias.
Mientras la corta conversación ocurría, los mil quinientos kilos de hachís fueron cargados en  los dos todo terrenos que se habían acercado a la playa.
—Estamos listos, venga todo el mundo al carajo rápido. Los coches se dirigieron hacia el interior de la costa, la lancha desaparecía rumbo a alta mar y la cuadrilla de mojados corría a sus puntos de recogida donde se cambiaban la ropa y se iban a sus casas o donde quisieran sin llamar la atención. Otra vez la operación había salido de lujo ,el mar estaba en calma y en la playa Esteban esperaba a su hermano y el cuñado que entraran en su Toyota todo terreno ,echo un vistazo a la mar por donde desapareció la lancha ,apagó su cigarro y se subió al coche saliendo de la playa tranquilo ,otra carga más y estarían listo para desplazarla habían perdido una carga en la mar donde la neumática lanzó los paquetes a la mar y esta fue rescatada por un llanito que aparecía en los papeles como dueño iba todo sobre ruedas .
El dragón apenas hacía ruido, en el aparato, las cámaras con visión nocturna habían grabado todo el desembarco y ahora se dirigían hacia las guarderías donde alguno o los dos todo terrenos dejarían metido con coches y todo, la mercancía.
—Dragón uno aquí base, les habla la comandante cristina, ¿todo correcto?
—Capitán Félix, todo según lo previsto volvemos a base.
—Buen trabajo chicos nos vemos en la base, corto.

A las nueve de la mañana estaba sentado Esteban, con unos de sus críos en el bar Barajas justo al lado del mercado de abastos del pueblo, era el sitio del pueblo donde más o menos a esa hora podía verse la colección de BMW, Mercedes, Toyota y Audi. El pueblecito marinero dependía de la mar y el turismo y ningún patrón y pocos hosteleros tenían coches de esos o muy pocos, la patrulla municipal un Citroën picasso, pasó por la calle mirándolos .Todo el mundo pensaba lo mismo cómo podían tener tanto dinero, si no se les conocía fortuna o trabajo alguno fijo que eran como llamaban en el pueblo, Gañumberos <<narcos>>.
Ese día llegó la comandante cristina y la teniente Ana de civil al cuartelillo.
—Comandante cristina molina cuanto tiempo.
—A sus órdenes comandante Fernando, le presento a la teniente Ana.
—Por favor pasemos a mi despacho allí estaremos más tranquilos para hablar, cabo Jesús lleve unos cafés y algunos pastelillos de la confitería del bar a la oficina es hora del desayuno y apuesto que no habrán tomado nada ¿no?
—Pues lleva usted razón, no pudimos parar en algún sitio a desayunar.
A la mañana siguiente varias calles del pueblo eran cortadas por guardias armados y la casa de Esteban, Juan, Pepe, habían sido registradas, en la costa en dos grandes garajes encontraron gran cantidad de droga.
 La operación seguía en las ciudades de Sevilla, Málaga y Gerona, por lo visto, los periódicos daban por desarticulada una banda de narcotraficantes, cogidos con gran cantidad de pruebas, gracias a un nuevo helicóptero de la guardia civil llamada Dragón.
Cárcel de Botafuegos, Esteban recibía la visita familiar, entre ellos de su hermano Matías.
—Te lo dije hermano hay que saber cuándo retirarse la avaricia rompe el saco.
—Debí hacerte caso hermano, pero siempre me decía que la última…
—Bueno ya no hay remedio, ahora los abogados que se apañen. Por la familia no te preocupes pórtate bien y saldrás antes.
—Gracias hermano, ¿cogieron a todos?
— A todos hermano, del dragón no se salvó ni el gato.     




jueves, 8 de agosto de 2019

Micro relato La noche.


La noche.


Corre no mires atrás, sígueme yo os guiaré hasta la entrada al refugio.
 Helen y Sabrina seguían asustadas a ese hombre, armado hasta las cejas, alto, de unos treinta años, al poco lo que parecía la entrada a un edificio en su día gigantesco apareció ante sus ojos. En la entrada había varios hombres armados tras un montón de sacos de arena y una mujer madura de unos 50 años con un brazalete azul, igual que llevaba el hombre que las guiaba.
—Vamos ya estamos, aquí estaremos seguros.
Saludaron a la oficial de la puerta Elvira.
—¿dónde las has encontrado?<<Preguntó la mujer>>
—Estaban deambulando sin rumbo por la calle buscando comida, al parecer estaban escondidas en una casa desde la invasión.
Habían llegado por sorpresa, nadie tuvo tiempo a reaccionar, a pesar de los sofisticados sistemas satélites para vigilar el espacio exterior, la primera oleada de naves empezaron a atacar las bases militares, centrales nucleares, aeropuertos ferrocarriles. etc. No habían dejado nada de la civilización de los hombres, lo peor ocurría cuando por la noche bajaban a tierra y empezaban su festín. Hacía falta algo más que balas para derribar a una de aquellas criaturas….

martes, 6 de agosto de 2019


La mañana de flores.


El día amaneció como los anteriores de la semana, soleado, sin nubes y apenas viento la calor al menos se podía soportar por las noches, no como en otros lugares de la geografía nacional que llegaban a los más de treinta grados por las noches, los padres de Ana veían el parte por la televisión, aun no comprendía como se levantaban tan temprano a pesar de ser día de descanso ese sábado había quedado con Nuria y Alba para coger el bus e irse todo el día a la playa ,por eso aprovechó que sus padres la habían despertado para levantarse y adelantar los preparativos  su madre le había hecho una tortilla de patatas el día anterior.
—Buenos días papá ¿Que dice el parte?<<beso a su padre y fue directa al baño>>
—¡Ana! No tardes, la tortilla te la dejo en la fiambrera y las bebidas están en la nevera no te olvides de sacarlas.<<dijo su madre ,la cual salió a sacar a la perra >>
Ana tomó una ducha ligera y aprovecho para afeitarse las ingles, se puso el bikini, la ropa y salió con el pelo mojado.
—Ya estas lista, record mundial del día. <<Dijo su padre>>
—Tenemos que coger el bus de las diez <<cogió las bebidas y las metió en el bolso de playa junto a la tortilla y una ensalada >>¿Papa sabes dónde está la sombrilla grande?
—Supongo que estarán donde siempre, en el trastero de abajo.
—Gracias papa, me marcho <<beso a su padre  y salió de la casa>>
En la calle se encontró a su madre con la perra, se acercó y besó a su madre y acarició a la perra.
—Déjame las llaves de la trastera mamá, necesito coger la sombrilla grande .te dejo las cosas y ahora subo.
—Como quieras pero date prisa, Malú (La perrita) no aguantara mucho sin su paseo matutino.
     En seguida estoy he de darme prisa, he quedado en la parada con  Alba y Nuria.
En la parada efectivamente estaba Alba y Nuria no había aparecido todavía.
—hola Ana, te ayudo vas muy cargada.<<a la vez le quitaba la nevera y uno  de los bolsos >>
—Otra vez se habrá quedado muerta ¿sabes si salió anoche? <<Preguntó Ana>>
—Se supone que no, pero ya sabes cómo es Ana, se apunta a un bombardeo, mira  ahí viene corriendo.
—bueno ¿creo que llego puntual no?¿por qué me miráis así?
—Por nada espero que no te pegues todo el día roncando como la otra vez<< contestó Alba>>
El autobús llego a la parada habían tenido suerte esa mañana no venía lleno ya, empezaron a subir los pasajeros unos diez entre todos los que esperaban las últimas eran ellas y se encontraban poniendo las cosas en el maletero cuando apareció un grupo de cuatro chicos, cargados con sus mochilas.
—Necesitas ayuda <<se ofreció un chico alto y muy moreno>>
—No puedo colocar la sombrilla, puedes apartar esa maleta.
El chico le quito la sombrilla y la colocó sin esfuerzos y siguió con todo el equipaje. Las amigas y los otros chicos también se cruzaron metiendo los bultos, la verdad es que las mochilas eran bastantes grandes.
Volvieron a la cola y empezaron a subir Alba la primera del grupo pidió los tres billetes.
—para la playa del arroyuelo tres.
—¿sois de por aquí? <<preguntó Ana al chico en cuanto se sentó en la fila de al lado junto a sus compañeros>>
—Mis compañeros sí, yo no, me llamo Manuel, Manuel flores y estos son mis primos.       
  

DEJAME QUE TE DE UN BESO

      Déjame que te de un beso Antes de escribir mí ultimo verso Verso de esta noche tranquila Respirando tu perfume de alegría, ...